lunes, 1 de abril de 2013

CON SOLO UNA SONRISA

Guardianes de un pedazo de tu error, relevos de una etapa de tus busquedas, memoria de tus sentimientos más tristes, capaces de sacarle el polvo a cualquier rincón de tus visceras cuando menos te lo esperas.

A medida que la vida te decepciona, coleccionas básicamente dos tipos de ex. Los que te dejaron a los que abadonaste tú. En otras palabras, los que jamás te quisieron y los que , a su modo aún te quieren. Dicen que es importante acumular un numero similar de cada tipo, no vayamos haber sentido más el lado dejante y poco el dejado,  o poco el amado y poco el amante.
A los que se engañan pensand que lo dejaron de mutuo acuerdo no los cuento, por cobardes.
También deberiamos tratar aparte el último ex, especialmnte delicado por reciente y también al primero (que en mi caso es el mismo) por tierno e ingenuo, imposible de olvidar.
Al resto, al pelotón, jamás hay que guardarles ningún rencor (a alguno les tengo hasta lástima), pues fue gracias a ellos y a que te dejaran escapar por lo que hoy tú estás como estás.

El caso es que tú siempre estuviste , estás y estás ahí. En cada adjetivo y sustantivo que atribuímos en algún momento, ya sabes esas palabras que no quieres oír ni utilizar porque me recuerdan a tí, o cosas que nos gustaba disfrutar. En cada banco, parque, esquina y destino,al que no viajamos pero si planeamos, en el que rompisteis, en el que empezasteis a salir. Jamás volverás a pasar por esos lugares sin notar esa profunda punzada en el corazón de lo que pudo ser y no fue. En cada proyecto que tuvisteis en común, en la casita azul, y en los nombres de los niños que aún no estaban.

Que te echo de menos ya lo sabes, pero por si llegas a leerlo también te lo dejo escrito.