FUE LA VERDE DE LUZ, QUE SALE DE TUS OJOS.
Siempre te llevas un trozo de mí dentro de tu maleta. Ando sin
manos y sin pies por tu culpa y tú ni te enteras. Siempre tuviste ese
privilegio. El de quitarme partes de mi cuerpo y hacer que habitara en
ti. Vas con maleta a todos sitios. Y me descuartizas sin darte cuenta.
Ya te dije que al final me volvería loca de remate. Pero sé que tú no
puedes hacer nada. Tus ganas de volar son demasiado tuyas. Tú no tienes
sentido de la gravedad y tampoco sabes que yo me quedo aquí coja y manca
escribiendo con los codos.
Te escribo, porque te quiero.