miércoles, 26 de junio de 2013

No todo lo que parece que está cerca, lo está. A veces, hace falta acercarse

¿Te acuerdas de la primera carta que te escribí? Me gustaría que la recordaras, cuando la primera línea que te escribía no te desnudaba, pero te hablaba de madrugadas de septiembre. No sé cómo volví a pensar en eso esta noche. En los primeros besos buscados a tientas una tarde. En la primera noche tan deseada contigo, el primer mayo que habla de ropa en el suelo y de tu vida y la mía, que se volvieron una sin querer. Un calendario lleno de tardes, de música a oscuras, de bocadillos, de ir cuesta abajo por tu tripa a la derecha. Te escribo de películas que duraban diez minutos, porque nunca llegábamos al final de ellas y de amores que iban a durar para siempre. De besos de despedida en cinco segundos, o de cinco segundos que bastaron para separarnos. Historias que estarán siempre ahí aunque nunca vuelvan. Personas que fueron y que serán, aunque no de la misma manera. Maneras de vivir que pitaron fin de temporada en nuestras vidas. Maneras de vivir que nos cambiaron pero nunca nos reemplazaron.
Porque aunque vivas mil y una historias, siempre te acordarás de la primera que escribiste. Porque puedes perderte en un tejado, o en una boca equivocada. Puedes dejar pasar el tiempo y dejarte crecer las ganas, pero la vida no te va a esperar.
Porque te sigo buscando, y busco en ti eso de estar escritos el uno para el otro. Sigo buscando en ti el tener una carta dedicada al amor de su vida en el cajón de su mesita, pero esta noche no quiera dormir solo. Busco que ti  que pases conmigo la página y escriba conmigo un principio nuevo.
Te espero aquícuesta abajo por tu tripa, a la derecha
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Ya sabes lo que dicen, quien te quiere, te busca. Ahora te toca a ti.